El Certificado de Liquidación es aquel emitido por la institución financiera desde la que un cliente quiere portar o cambiar sus productos a otra institución y en el que se individualizan estos productos, junto con la tasa y comisiones aplicables y demás información relacionadas a estos, según corresponda.


Este certificado podrá ser emitido tanto si lo solicita directamente el cliente como si lo pide  la institución financiera en la que este cliente ingresó una solicitud de portabilidad.